A mi el fútbol como deporte me dice poco, como espectáculo mucho más. Incluso desde esa perspectiva, Mourinho me parece un mal ejemplo para el espectáculo pues no mantiene sus formas siempre. Es capaz de lo bueno y de lo peor pero sin control, sin medida, sin saber cuando ni cómo. Y siendo el “jefe” del equipo debería ser más comedido, pero a la vez algo más predecible.
El dedo de ayer en el ojo de Tito Vilanova, segundo entrenador del Barça, es un ejemplo de lo que no debe hacer quien maneje los hilos de los espectáculos. Hay que tener mesura y saber controlarse para seguir siendo referente de ese espectáculo que es el fútbol de primera división, en donde las peleas dialécticas sirven para caldear con mesura los ambientes.
Así que por favor, sigamos jugando a ser forofos sin ser violentos, que es lo que necesita todo este tinglado. Y así nos lo pasaremos todos mucho mejor.
Así que por favor, sigamos jugando a ser forofos sin ser violentos, que es lo que necesita todo este tinglado. Y así nos lo pasaremos todos mucho mejor.