Somos campeones del mundo mundial y de la Europa del acojone y el miedo financiero…, pero en fútbol de todas las edades. Que no está mal, pero que en realidad no sirve para nada.
Podríamos haber cambiado alguna copa de Europa o del Mundo por algunas primas de riesgo menores, digo yo. Que por cierto, si somos campeones de algo, dicen los que entienden, es por que nos hemos dedicado con fuerza y ganas en lograr buenas escuelas y potentes grupos de trabajo. Es decir, sabemos lograr objetivos si nos los proponemos.
Otro ejemplo es el de los accidentes de tráfico. Los hemos bajado, simplemente por que hemos querido y sabido bajarlos.
Pero en asuntos más importantes, o al menos eso creo yo, no somos igual de capaces que con el fútbol, no tenemos igual de arrestos, de pelotas.
Imaginaros el mismo esfuerzo en ser los mejores en fútbol, pero dedicados al inglés en las escuelas, a la investigación en las universidades, al trabajo productivo en las empresas, a crear beneficios con nuevos medicamentos, nuevas energías.
¿Podríamos intentar ser campeones de Europa en turismo, leche, carne de ternera, microeconomía, investigación naval, energía renovable, tecnología, empleo?
¿Podríamos ser simplemente campeones de nuestros barrios en crear empleo y no tener a los jóvenes desocupados en su casa, soñando con escapar a otros países?