Poco después de comenzar la crisis, una papelería a la que solía entrar a comprar cerró. El resto de locales vecinos están abiertos, pero este lleva ya unos dos años totalmente cerrado a cal y canto. Nadie quiere alquilar el local porque no tendría mucho futuro en plena crisis, debe ser el miedo a lo que no sabemos si vendrá pero todavía.
Así que, a modo de coña con los amigos, dedujimos que la crisis acabaría cuando el local abriese por fin.
Se que la simplificación de un problema macroeconómico a la realidad microeconómica de un local se tuerce absurda, pero será divertido ver cuando abre y en qué momento de la crisis nos encontramos cuando abra.
Pero la pregunta que quiero plantear es seria.
Mis antiguos profesores ya me avisaron de que al ser economista tendrías que preparar cortas respuestas para los familiares que, intentando fastidiarte, te preguntarían sobre la crisis.
Y yo siempre me salía por la tangente.
¿Qué crisis?
Tenemos la crisis del crecimiento.
La triste crisis del empleo en todas sus variables.
La de la deuda pública y la de la deuda privada.
Sí, todas se unen y entrelazan pero siguen tempos algo diferentes.
No en vano, la economía ya está creciendo, tanto en términos intertrimestrales como interanuales, pero creo que no me equivocaré si digo que a la crisis como tal le queda todavía mucho tiempo hasta desaparecer.
El empleo aumentará cuando la producción aumente por encima del 2% del PIB (teóricamente por el crecimiento de la productividad, que de media en nuestro caso es de 1,9% más o menos). Así que a la crisis del empleo aun le falta algo. ¿Y la demanda interna?
Nos falta mucho para ser un país como Japón en lo negativo, pero para ser un país estancado y en donde la demanda interna se vaya al traste y el poco crecimiento se fundamente en las exportaciones, no nos queda mucho.
Por otro lado Paul Krugman sacó el otro día un gráfico en su blog: el gráfico entre el ratio de la economía real y la potencial.
Si el ratio es 1, significa que la producción que se ha realizado es igual a la máxima producción que se podría hacer sin desequilibrar la economía (sin inflación, por ejemplo, o con muy poca). Si es mayor que 1 significa que estamos en fase expansiva, y si estamos por debajo en fase recesiva, produciendo menos de lo que podríamos.
Aquí está el gráfico en el caso español, desde 1979 hasta 2011 (este último como una previsión):
La verdad es que no sé como hacen el cálculo de la producción potencial, pero viviendo de la OCDE pues me la voy a tomar como algo serio y con sentido económico.
Como vemos, antes de la crisis estábamos cerca del 1 (casi parece un milagro por que la economía española da más bandazos que otra cosa). La caída tan brutal es la crisis actual. Podemos ver como esta crisis es más profunda que la de principio de los 90, y esperemos que la recuperación sea igual de increíble.
El caso es que, ya por añadir, otra forma de establecer el fin de la crisis será cuando la economía vuelva a estar nivelada con su nivel potencial. Es decir, cuando utilicemos todos nuestros recursos (lo cual implica bajar el empleo a marchas forzadas).
Y aun así, los estragos de la crisis no se habrán recuperado del todo. Desempleados de largo plazo, problemas estructurales sin resolver… Vamos, que no sabemos cuando saldremos de la crisis, y aun cuando lo hagamos por uno u otro indicativo siempre podremos dudar de ello, hasta llegar a una tautología absurda: Dejaremos de estar en fase recesiva cuando estemos en fase expansiva. Y me quedo tan pancho.