Estos zapatos o zapatillas que nos aseguran que simplemente caminando con ellos perdemos peso, que aprendemos a enderezar la espalda, tonificamos glúteos, nos volvemos más esbeltos y además más jóvenes…, ¿estoooo?, ¿en serio alguien se lo cree?
Se basan en copiar la forma de nadar de los Masai, pueblo africano del que se asegura que nunca están obesos. Algo creo que incluso puede ser habitual, pero no por andar de una manera o de otra, sino tristemente por otros motivos más crudos. Es cierto que andar lo suficiente es bueno y que además debemos andar bien para evitar problemas de espalda o incluso de rodillas, pero de eso a que unos simple zapatos algo raros y redondeados en su base, nos hagan perder peso por que tonifican y cambia la manera en que la circulación sanguínea funciona y por ello se consumen más calorías con los mismos pasos que con zapatos convencionales, hay mucho trozo para opinar.
En principio estos zapatos son complicados de usar en terrenos irregulares y deben sujetar muy bien el tobillo. No sirve de nada que se nos diga que para perder hay que caminar al menos 10 km al día con esos zapatos o zapatillas, pues si lo hace con todo tipo de calzado, también se encontrará mejor de salud.
Si le apetece comprarlos y probar su calidad, hágalo. Son más caros pero algunos son cómodos. No todos. Eso si, no piense que por usarlos, simplemente por usarlos, va a perder peso suficiente como para que se le note. Para perder peso hay que hacer algo más que cambiarse de calzado o de calcetines o de calzoncillos. Es así de duro.