Desde el Ministerio de Educación, a pocas semanas de marcharse a casa, se nos dice que se necesitan 200.000 plazas adicionales de Formación Profesional; que en 10 años España necesita hasta 3 millones de nuevos titulados en FP. E incluso señala en qué familias profesionales son necesarios un aumento claro, avisando de un vacío de 115.000 plazas nuevas para formarse en profesiones relacionadas con el sector de distribución y transporte, otras 60.000 en servicios; 12.000 en el sector manufacturero; 11.000 en la construcción; y 2.000 en el sector primario.
La pregunta es obvia ¿ahora nos damos cuenta?, ¿en serio que estos números y estas familias profesionales son las que hay que aumentar en España para el siglo XXI?
La gestión de estos 8 años de gobierno socialista ha tenido sus luces pero sin duda también, sus sombras. Y la formación, la educación, ha sido una de ellas. Querer el PSOE resolver ahora lo que ya no tiene remedio, lo que tendrá que cambiar un Gobierno del PP, nos guste o no nos guste que sean ellos los que gestionen las reformas, es para despistar.
Efectivamente la F.P. en España está mal gestionada. No ahora sino desde hace algo más de un par de décadas, cuando tras dar el salto en calidad desde la casi nada, no supo sentar las bases para el medio plazo, que sirvieran para darle agilidad, crear unos grupos de profesores profesionales de alta calidad y dotarla de una adaptación constante a las necesidades profesionales del mercado laboral de calidad.
¿Tan difícil es copiar lo que se hace en otros países europeos?