El 21,8% de los españoles viven por debajo del umbral de riesgo de pobreza, lo que supone 1% más que hace un año, según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2011 del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los menores de 16 años son los que presentan mayor riesgo de encontrarse en situación de pobreza, en una proporción del 26,5%, frente al 23,3% de 2009. Si se tiene en cuenta en el cálculo el valor de la vivienda en la que reside el hogar, cuando ésta es de su propiedad o la tiene cedida gratuitamente, la tasa se reduce del 21,8% al 18,2%.
Otros datos señalan que el ingreso medio neto anual por hogar, con datos de 2010, ascendió a 24.890 euros en 2010, un 4,4% menos que el año anterior, mientras que por persona alcanzó los 9.371 euros, lo que supone una disminución del 3,8%. En el mismo año, el IPC se situó en el 3%, lo que evidencia una pérdida de poder adquisitivo del 6,8% por parte de las familias.
Paradójica mente, la encuesta también refleja que el 26,1% de los hogares españoles manifiesta llegar a fin de mes con dificultad o mucha dificultad, de los que un 9,7% dice estar en esta última situación, lo que supone un descenso respecto al 30,6% de 2010. Del mismo modo, un 35,9% de las familias no puede afrontar gastos imprevistos, frente al 36,7% de 2010, mientras que se reduce en 1,6 puntos porcentuales, hasta el 6,1%, los hogares que tiene retrasos en los pagos de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca, alquiler, recibos de suministros, etc.). Por otro lado, un 38,8% de los hogares no se puede permitir ir de vacaciones al menos una semana al año, cifra similar a la registrada en 2009 y 2010, aunque 5,3% superior a la de 2008. Según el régimen de tenencia, el 49,6% de los hogares disponía de una vivienda en propiedad sin hipoteca en 2010, mientras que los que aún no la habían liquidado suponían un 32,3%, con una cuota media mensual de 541 euros. Otro 9% de los hogares estaba pagando un alquiler a precio de mercado.
Además, cada hogar destinó mensualmente 313 euros a gastos relacionados con la vivienda habitual en 2010, entre los que se incluyen el alquiler o los intereses de la hipoteca, comunidad, agua y otros gastos fijos asociados al hogar. Los que vivían de alquiler pagando rentas a precio de mercado, dedicaban una media mensual de 652 euros a estos gastos, mientras que los que residían en un inmueble en propiedad con hipoteca pagaban 435 euros. Aquellos con la hipoteca liquidada afrontaban un gasto fijo mensual de 189 euros.