Dos mujeres descansan en una carretera comarcal de Etiopía, cerca de su capital Addis Abeba, mientras transportan unos atados de ramas secas y maderas para el fuego de su hogar. Tan importante es el peso de los paquetes como el tamaño del mismo y su envoltorio a la hora de trasladar este elemento esencial para crear hogar en su, seguramente, liviana estructura que les sirve de vivienda a la familia.
Todo en Etiopía es duro, todo es escaso, gran parte de su fuerza la realizan las mujeres etíopes, que sufren pero sobre todo llevan entre sus fuerzas el mantenimiento del hogar, de los hijos, de sus escasas posibilidades de alimentación, sanidad, cuidados, gastronomía, hogar.
Esta imagen ha sido realizada por una cooperante aragonesa en Etiopía, en ayuda a niños con especiales dificultades de salud.