Hoy el periódico El País introducía a sus lectores con una doble página publicitaria, la 2 y 3, presentando un coche de gama alta. Desconozco si esta misma inversión la han realizado la marca en cuestión en otros medios de comunicación, lo cual me alegraría pues les falta a todos los diarios, economías publicitarias para compensar sus problemas.
Pero me ha parecido un derroche sin sentido y lo siento por quien diseña la publicidad y cree que esta forma de insertar una doble página con su altísimo coste, compensa el precio pagado. Lo cual en serio, me la trae al pairo, por ser Audi una merca que se puede permitir esto y algo más incluso.
El cliente potencial de este coche habrá visto y valorado que la marca de vehículos en cuestión tiene pasta gansa como para dejarse ver en la casi mejor página del diario más leído y en un domingo, día más caro en publicidad. Esto es positivo para la marca. Pero para poco más le habrá servido tamaño gasto, pues los lectores pasan de dedicar unos segundos en cuanto toda la doble página está dedicada a un anuncio.
La publicidad debe tratar mejor el hecho de retener al futuro cliente, aunque sean unos segundos de vista. Creo que hubiera sido más eficaz para la marca que solo hubiera ocupado la página derecha (número 3) mientras que en la 2 se hubiera insertado una información interesante que obligara a estar unos minutos al lector, observando aun de refilón la marca del coche “emocionante”.
Pero igual no, y lo que es seguro es que yo ahora estoy hablando de este anuncio, precisamente por considerarlo un error de anuncio. Venga, vale, ya digo la marca, y así le ayudamos otro poco con su osada decisión. Audi, “Emociones de alta precisión”. Y gratis esta vez.