Todos sabemos que estamos en campaña electoral, pero no me dirán que esta campaña en donde además se va a cambiar de partido en el Gobierno, no está resultando sosa, aburrida y floja. Muy floja. Es como si al PSOE y al PP les fastidiara esta campaña pues a ambos lo que les importa es el día 21N. Algo lógico para ambos pues depende su futuro en esa fecha. No van a ser elecciones en las que se pueda quedar empatados. No serán las típicas elecciones en las que todos han ganado. Esta vez alguien va a perder y puede que estrepitosamente.
En el curioso y casi imposible caso de que el PP no obtuviera la mayoría absoluta o incluso la suficiente como para gobernar a su aire, habría perdido Rajoy aunque en este caso si que saldría diciendo que han ganado.
En el caso más lógico de que Rubalcaba se quede con unos míseros 130 diputados, tendrá que dimitir y no podrá aspirar a ser el recambio de un PSOE que necesitará una reconstrucción facial muy importante.
Pero aun sabiendo que todos nos jugamos la salida de la crisis, el que no nos den la aptada en el culo desde Europa y nos coloquen en el pelotón de los torpes, aun sabiendo que 5 millones de españoles están esperando una solución como agua de mayo, aun así digo, nos importa esta campaña electoral mucho menos que un pequeño potosí.