Abusamos de los abuelos y abuelas españoles hasta hacerles sentir "angustiados" y "utilizados" por unos hijos que delegan excesivamente en ellos el cuidado y la educación de los nietos. Es cierto que hoy las familias jóvenes que tienen la suerte de tener trabajo, intentan trabajar los dos miembros de la familia y dejar los niños en manos de canguros o guarderías si hay una economía fuerte o en manos de los abuelos su la economía es más débil o se deben hipotecas abusivas.
Según estudios realizados en España, el 50% de los abuelos españoles atienden a sus nietos todos los días, convirtiendo su labor como abuelos en un auténtico colchón social y protector para sus hijos, pero a costa de la libertad de los padres ya en edad de jubilación, incluso con un exceso de trabajo e implicación con sus nietos. A eso hay que añadir la sensación de muchos abuelos de que su trabajo no es reconocido y además criticado al tener distintos criterios los padres y los abuelos para con los niños.
Los abuelos y abuelas deben ayudar a sus hijos, solo, en caso necesarios, en situaciones en las que los padres tengan responsabilidades añadidas. No debe convertirse en un esclavismo moderno, en una atadura excesiva para vuelos que muchas veces no sabe, no pueden decir que NO.
Los abuelos son eso, abuelos; no cuidadores, guarda niños, criados de hijos muy hipotecados, llenos de deudas mal medidas. "Cuidamos a nuestros hijos, cuidamos a nuestros nietos y estamos convencidos de que nadie se va a preocupar de cuidarnos a nosotros".
Los abuelos deben ser respetados para así poder emplearlos dentro del amor hacia sus nieto para compartir con estos parte de sus vidas, pero sin el abuso de la obligación diaria, incluso a veces con horas ilógicas por la mañana, para quien con más de 65 años lleva sobre sus espaldas, 50 años laborales agotados.