A la hora de tomar decisiones sobre política económica, tenemos que enfrentarnos a un elemento cada vez más claro. No voy a llamarlo una vuelta a la recesión, porque sería redundante ya que nosotros, En España, no hemos salido nunca de ella.
Pero lo que sí está claro es que la crisis, lejos de ir aterrizando, lejos de frenarse…, se agrava.
Existe una dinámica que potencia el crecimiento poco a poco. Con el tiempo las personas han ahorrado y tienen menos deuda, por lo que pueden consumir más. Los precios han caído o han aumentado menos, y la actividad económica es tan pobre que las oportunidades comienzan a aparecer para aquellos que quieran echarle valor. Estos pequeños destellos que son los que, poco a poco, en condiciones normales nos podrían sacar de esta, se ven mermados porque, todo propósito, aun siendo rentable se ve cortado por un crédito imposible de conseguir.
Hoy traigo dos datos que expresan este agravamiento de la crisis.
En primer lugar, el paro. En octubre aumentó en 134,182, el peor dato en tres años.
Como vemos en el gráfico, desde que llegamos al fondo de la crisis, el paro ha seguido aumentando, aunque cada vez menos. Desde un 20% de crecimiento interanual a principios de 2010, este bajó a un 3% a mediados de este mismo año. Sin embargo, lejos de seguir bajando hasta terreno negativo (momento en el que el paro comenzaría a bajar), la tendencia ha cambiado y vuelve a registrar continuos aumentos, como podemos ver desde mayo hasta octubre. En concreto, en agosto creció el paro un 4%, en septiembre un 5,2%, y en octubre un 6,7%. Es alarmante, por tanto, no solo que se siga destruyendo empleo, sino que la velocidad a la que se hace esté aumentando.
En segundo lugar los datos del markit de septiembre.
El sector de las manufacturas siguió en retroceso, solo un pelín mejor que el mes pasado, pero aun registrando caídas importante en la producción industrial (hoy nos enteramos que ha caído un 1,8% en septiembre). En concreto se pasa de un 43,7 a un 43,9 (por debajo de 50 significa recesión).
El sector servicios aun registra una caída mayor, cayendo de un 44,8 a un 41,8, tres puntos menos que hacen que esta “nueva crisis” sea aun peor que la crisis de comienzos de siglo. No es, por tanto baladí. Y ambas registran unos condicionantes similares. Las empresas culpan a la bajada en la demanda, los nuevos pedidos decaen y la actividad se resiente.
¿Noticias positivas? El nuevo capitán del "barco" central europeo (perdón, Banco), ha decidido bajar los tipos de interés a un 1,25%. Draghi se ha estrenado dando un guiño a los mercados, algo que a mi, personalmente, me ha gustado. No tuvo ningún sentido que se subierán así como así y la FED los sigue manteniendo en un, 0,25%.