Cuida las calorías líquidas, esas calorías que parece que NO tomamos y que son abundantes y descontroladas. Una cerveza, un cubalibre, una cola, un Martini o un combinado con alcohol sobre todo si es con bebidas azucaradas y dulces suma y mucho, y se puede sustituir por una agua tónica u otra bebida con muchas menos calorías.
Si vas a una comida de invitada, toma algo en casa antes de salir. Una simple rebanada de pan tostado y cereales, por su fibra, te saciará lo suficiente como para que en la comida tengas muchas menos ganas de comer en exceso. Algunas personas toman un botelllín de agua con gas antes de acudir a comer en una invitación.
Si acudes a un bufet o a una mesa de aperitivos, elije para tomar los que menos calorías tienen. Los que más verdura o encurtidos lleven. Huye de las grasas o de los quesos muy secos.
Intenta acudir andando o salir de la reunión hacia tu casa paseando. Un simple paseo de 15 minutos tras una cena ayuda a que se haga mucho mejor la digestión y a que el cuerpo lo asuma mucho mejor todo el exceso.
Los días en los que no tienes celebraciones gastronómicas empléalos en hacer más ejercicio, en andar al menos una hora de forma rápida, en moverte en casa con ejercicios de bicicleta estática o en terminar la tarde en un baile. Bailar ayuda a perder muchas calorías.
Recuerde que en estos días de Navidad puede llegar a sumar más de 20.000 calorías por encima de las que usted necesita. Una cantidad terriblemente abusiva que incluso si está con algún problema de salud le puede afectar en sus afecciones. Sea glucosa, colesterol, ácido úrico, tensión arterial, etc.
Y para después de estos días, viene muy bien unas semanas de dieta, nunca por debajo de las 1200 calorías día y tomando de todos los alimentos. Coma de todo pero menos cantidad y mejor cocinado. Y practique sexo, que ayuda a consumir calorías y además es agradable.