Vamos a proponer un ejercicio nuevo, distinto, atrevido incluso, si así quieres. Vamos a intentar subir un poco la autoestima a costa de un simple ejercicio.
Haz durante 3 horas seguidas al menos, una actividad que no han realizado nunca. Así de fácil y de complejo, todo a la vez. Algo a la que nunca le has prestado atención, a lo que nunca te has atrevido a realizar. Una tarde totalmente novedosa.
Tras esta actividad nos pondremos a analizar como nos ha ido, qué hemos sentido, qué opinamos sobre la misma. Nos conoceremos un poco más a nosotros mismos. Pero para ello habremos decidido algo importante. Durante una tarde (no sirve un rato corto, una hora) habremos decidido hacer algo que NUNCA antes habíamos realizado. Buscamos conocernos mejor, saber hasta qué punto somos capaces de todo. Deseamos realizar un ejercicio para aumentar nuestra autoestima.
Puede ser cocinar una exquisita cena si nunca antes hemos cocinado. Puede ser irnos a recibir un curso de inglés si antes nunca nos hemos acercado al idioma más utilizado. Puede ser dedicar una tarde entera a estar con enfermos a los que no conoces o con presos o con niños abandonados. Dejo a vuestra decisión la actividad elegida, sea importante o venial, da igual. Puede ser dedicar una tarde a escribir o a pintar un cuadro o a realizar auto stop en una carretera. Lo fundamental es que esta actividad de toda una tarde, nunca antes la hayas intentado.
Tras hacerla debes responderte sobre todo a las preguntas básicas de cómo te has encontrado, qué has sentido, si eres capaz de seguir avanzando en esta actividad, si ha merecido la pena explorarte en una actividad que era novedosa. Saber si te has sentido segura, si merece la pena volver a intentar con algunas variables una osadía de esta categoría. Todos somos capaces de intentar cambiar nuestras vidas y dedicar una tarde a ello es muy sencillo. Ya antes de intentarlo, has programado que SOLO durará una tarde. Ya nos contarás.