Más del 11% de los trabajadores españoles se encontraban en riesgo de pobreza al finalizar 2009, datos que han aumentado dramáticamente durante 2010 y 2011, lo que supone la tercera posición más alta de toda la Unión Europea (UE) tras Rumanía y Grecia, según un informe sobre empleo y situación social publicado en 2011 por la Comisión Europea (CE). En España, este indicador —que refleja el porcentaje de empleados cuyos ingresos son menores al 60% de la media nacional— se encontraba más de tres puntos por encima de la media de los Veintisiete. Existe una diferencia muy excesiva entre los trabajadores con sueldos bajos y los trabajadores con sueldos medios y altos.
El documento muestra los efectos de la crisis económica y de las "debilidades estructurales" de los estados miembros durante 2009 y 2010, y en concreto subraya la creciente desigualdad de ingresos, la precarización del empleo y el aumento de la pobreza. En el caso de España, señala un "aumento continuado" de la tasa de pobreza entre los trabajadores durante los últimos años, desde el 10,4 % de 2005 hasta el 11,4 % de 2009, cifras que en éste año sólo fueron superadas por Grecia (13,8 %) y Rumanía (17,9 %). El informe también destaca el incremento de las desigualdades salariales en España, y señala que el salario mínimo legal -641 euros mensuales- en este país es el segundo más bajo de la zona euro en comparación con el sueldo medio. Además, apunta que el salario mínimo "sólo beneficia en realidad a los trabajadores permanentes debido a la dualidad del mercado laboral y a la legislación", lo que explica porqué la tasa de pobreza de los trabajadores con contrato indefinido es mucho menor. La protección de los trabajadores permanentes está "altamente regulada", mientras que existe una "alta flexibilidad" para los trabajadores temporales o con otro tipo de contratos, según la UE.