Era el 18 de diciembre de 1941. La II Guerra Mundial ya había empezado hace 2 años y Hitler, al que vemos delante del árbol de Navidad ya había dado las órdenes oportunas para perseguir a judíos, gitanos y homosexuales hasta llevarles a la muerte en campos de concentración. Alemania se había adentrado la Unión Soviética en un invierno tremendamente duro. En el momento de la imagen, Hitler ya sabía que la invasión de tierra rusas le había costado en tres semanas más de 200.000 soldados muertos.
Junto a Hitler se sentaba Himmler, el Jefe de la policía secreta nazi alemana. Ambos, los cerebros de su particular idea para crear una raza superior en Europa, miran a sus oficiales en la cena de Munich en la cervecería Löwenbräukeller, que acogía en ese momento a lo más granado de las fuerzas nazis que pensaban convertirse en los nuevos dueños de Europa. La foto fue tomada por Hugo Jaeger.