La justicia es un concepto algo abstracto para valorar nuestra vida. La vida no es injusta; tal vez podamos tener mala suerte o poca suerte, tal vez es que no hemos salida a buscarla. Tal vez es que no sabemos detectar la hierba cuando empieza a crecer. Si pensamos que todo es cuestión de suerte o de justicia no lograremos salir de los atolladeros, no seremos capaces de avanzar.
Efectivamente algo de injusticia hay en la vida —no debo negarlo nunca—, pero eso no nos debe servir tampoco nunca, para encontrar la excusa ante nuestros problemas. Si te quejas por la mala suerte, por las injusticias de la vida, no estarás avanzando en la solución de los problemas. De tus problemas.
Si creemos que la injusticia nos afecta, si pensamos que es precisamente la injusticia la que nos invalidad, nos quedaremos cojos de soluciones para afrontar los problemas que tenemos.
No te compares con nadie, no busques la justicia o la suerte en la vida de los demás. Tú te perteneces, eres tú quien debes buscar tus soluciones. La gente que te rodea te podrá ayudar, pero si les pides soluciones importantes, mucho cuidado, pues algunos de ellos prefieren encontrar soluciones para ellos mismos.