Toca ser austeros, ahorrar si es posible, no gastar más de lo que podemos, intentar no adeudarnos mucho, poner orden en nuestra economía. Pero sobre todo…
No estar pillados por los bancos, con deudas de complicado pago, pues nos tendrán pillados y seremos sus esclavos.
Si somos austeros y sabemos gastar lo justo, seremos más libres, más felices, más ricos. Sabremos disfrutar más de lo que poseemos, pues sabremos valorarlo más y mejor. Si en cambio estamos en las manos de especuladores, siempre estaremos agarrados de las agallas y no podremos hacer otra casa que obedecerles y trabajar para ellos.
No es necesario poseer grandes cosas, muchas riquezas. Lo importantes es saber disfrutar de las que se tienen, tener libertad personal para adquirirlas y saber qué cuesta poseer algo, que su precio no es en monedas sino en horas de trabajo. ¿Cuántas horas de nuestro trabajo cuesta una comida de un restaurante caro?, ¿cuántas un vestido de moda, un teléfono móvil nuevo, un viaje de fin de semana?