Dentro de cinco horas se nos acaba el año 2011 y muchas y muchos de nosotros nos estamos marcando nuevos objetivos, diferente metas para este Nuevo Año 2012. Pero los años pueden acabar cuando nosotros queramos, los puntos de partida, los inicios de nuevas actividades, de nuevas ideas, de l abandono de otras actividades tóxicas, las podemos marcar nosotros cuando nos de la real gana. Somos libres para elegir en qué momento podemos empezar o terminar lo que nos rodea.
Que los calendarios nos marquen los puntos de inflexión está bien, parece una ayuda externa importante, pero en absoluto imprescindible e incluso muchas veces ni aconsejable. Lo importante es tomar decisiones cuando maduramente consideremos que hay que tomarlas, sin pararnos a pensar si ahora toca por algún motivo ajeno a nosotros mismos.
Pero si nos sentimos más fuertes, llevados tal vez por la marea de que resulta más fácil explicar un cambio si lo acompañamos de un hecho en el calendario, no lo dudemos. Sí debemos meditarlo con calma, no tomar decisiones por que toquen, si no por que creamos que es lo mejor. Recordar que la vida de cada uno se va escribiendo cada día con nuevos renglones que nunca sabemos bien hacia donde nos están llevando.