Cuando en la película Matrix, Morfeo salta entre dos edificios muy altos sorteando el vacío, lo hace con convicción, con la seguridad de quien sabe que lo va a conseguir.
Cuando después Neo imitando a Morfeo, salta con la misma convicción, falla y acaba en el asfalto.
Un compañero que miraba la escena dice entonces: “todos fallan la primera vez”.
Neo se hunde ligeramente en el asfalto de la calle y resurge del mismo, rebotando y sabiendo que no se ha muerto, que no ha desaparecido, que simplemente se ha caído y que ahora le toca levantarse y volver a intentarlo de mejor manera. Es normal caerse la primera vez, es normal hundirse y pensar por un momento que es el fin, que ya no hay solución posible. Pero muchas veces uno no se hunde del todo, simplemente sufre un gran tozolón del que surge aprendiendo que hay que sortear los errores a base de conocerlos y sufrirlos. Que la mejor manera de aprender y sufrir en el aprendizaje, es errar y volver a intentarlo.
Lo peor no morirse en el intento. Lo peor es no volver a intentarlo y morirse en vida.