En el País Vasco tenemos una realidad social diferente a la que quieren ver muchos vecinos de territorio, inmersos en unos deseos que nada tiene que ver con la propia realidad que como país tienes los vascos. No se trata de problemas, siempre y cuando no seamos tan poco capaces como para convertirlos en problemas. Se trata de realidades que hay que conocer, ver, analizar y resolver. El País Vasco es diferente en su relación con España y esto debemos asumirlo con la inteligencia política de quien desea buscar soluciones pero sobre todo relaciones en concordia.
Es cierto que sus muchos años de violencia terrorista han dejado huella. En toda la sociedad. En toda. Y es cierto que tenemos ahora muchas posibilidades de que avancemos con serenidad hacia la paz. Pero no debemos ser tan escasos de visión como para pensar que la paz se consigue gratis y fácil. Las negociaciones son herramientas que han existido siempre para buscar untos de acuerdo, para cerrar la paz, para abrir guerras, para buscar acuerdos o desacuerdos, para sumar o dividir. Negociar es tan simple como saber encontrar el punto de no ruptura en donde todas la partes estén de acuerdo, sabiendo de antemano que ambas habrán tenido que ceder algunas partes de sus primitivos enunciados. En una negociación todos ceden. Si no es así, no es negociación sino imposición.
La inteligencia social es la que escribe las líneas de la inteligencia histórica.