Es la imagen del español Óscar Sánchez que ha estado 16 meses detenido en Italia, por un error judicial español, que lo confundió con un narcotraficante uruguayo. Pero no tenemos que echar la culpa a la justicia italiana pues la culpa primera es de la justicia española que lo detuvo en España y tras confundirlo lo extraditó a Italia en donde fue juzgado. Óscar Sánchez, un lavacoches de Montgat (Barcelona), fue víctima de una suplantación de identidad por parte del mafioso uruguayo Marcelo Roberto Marín, quien usó el carné de identidad del inocente. Óscar Sánchez sufrió un calvario en la cárcel. Denunció que fue quemado con cigarrillos y vejado por sus seis compañeros de celda. Sánchez fue entregado a Italia a mediados de 2010 por la Audiencia Nacional a requerimiento de las autoridades italianas y fue juzgado en mayo de 2011 en Nápoles.
El español fue condenado en primera instancia por el Tribunal de Nápoles a 14 años de cárcel al ser considerado como el jefe de una banda de traficantes de cocaína entre España e Italia, al parecer a raíz de esa confusión de identidades, según las autoridades españolas. Entre las pruebas presentadas para exculpar a Sánchez figuraban el hecho de que el supuesto suplantador de Sánchez, Marcelo Roberto Marín, se había registrado en el hotel Jolly Midas de Roma con el documento de identidad del lavacoches español, que en ese momento se encontraba en Montgat. La defensa aseguró además que la jefa del servicio de lavacoches en el que trabajaba Sánchez podía certificar que este nunca se movió de allí los días en los que las autoridades italianas afirmaban que se encontraba en Roma y Nápoles traficando con drogas.