Es un lujo ser una persona diferente. Cuídalo y no te pases


El mundo se compone de muchos millones de personas más o menos iguales y unas pocas personas muy diferentes. Estas personas muy distintas son criticadas, incluso ridiculizadas a veces; se saben diferentes y pocas veces logran afianzar su diferencia para lograr objetivos diferentes. ¿Para qué sirven las personas diferentes si no es para plantear soluciones diferentes?
Las personas muy distintas pueden y deben defender su diferenciación para plantear acciones diferentes, y de hecho gran parte de las nuevas soluciones del mundo, de esta sociedad bastante apática, las plantean personas que son consideras diferentes por el resto.
¿No eran diferentes Miguel Servet, Steve Jobs, Alfred Nobel, Gandhi, Teresa de Calcuta o Andy Warhol?
Ser muy diferente no es ser raro, o no necesariamente. Ser diferente es ver lo que nos rodea desde otra óptica, con otras visiones, con otros planteamientos y soluciones. Es no aceptar la vida como viene y buscar la comodidad, es plantear la personalidad de cada uno como un activo que hay que defender. Ser diferente es no comportarte como se comportan la mayoría de los que te rodean sino con arreglo a lo que realmente piensas.
No todos los que se comportan de manera diferente logran el éxito, como al revés. Depende de tus ideas y planteamientos, pero ser diferente no es algo erróneo que hay que resolver sino un activo para avanzar desde otras ópticas, para buscar soluciones diferentes.
Y recuerda que no se puede provocar ser “muy diferente”; eso se es o no se es, se afianza y se respeta además de cultivar para buscar alternativas. Se nace con la predisposición para ser diferente, depende de la educación recibida que no se nos coarten esas posibilidades para serlo en la edad adulta.