No hay duda que la relación de la iglesia católica con el Estado español es deficitaria, por prepotencia sobre todo de una de las partes, que se cree dueña del pensamiento de la sociedad.
La homilía de Obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, quien "aprovechó la retransmisión de una misa en Televisión Española para atacar a los homosexuales y arremeter contra el aborto" es un ejemplo más de la intromisión en política de lo que no es más que una confesión religiosa más, por mucho que sea la predominante en España.
En España ya en su momento decidimos ser aconfesionales como forma de relacionarnos desde el Estado con las religiones, con todas ellas. Y por eso no se entiendo el uso que determinada jerarquía católica hace de los privilegios que desde hace décadas todavía se les están entregando para su uso partidista. La iglesia católica es muy amplia y variada por mucho que cada vez lo sea menos. Da vergüenza comprobar como los actuales dirigentes manipulan algunos pensamientos de la filosofía cristiana, haciéndonos creer que es palabra de Dios, cuando en realidad es palabra de los que ahora la dirigen.
Mientras la iglesia católica no se digne entender que la sociedad española ya no quiere enfrentamientos absurdos entre ideales religiosos, no conseguirá más que divisiones que precisamente no era lo que deseaba en su mensaje Cristo. Pero creo que de eso no entienden tanto como aparentan los que ordenan y mandan.