Todos estamos inmensos en el mundo de la mentira política; mientras Montoro nos dice que Rubalcaba les mintió y este insiste que quien miente ahora es Rajoy, nosotros
seguimos sufriendo la crisis, sin poder hacer otra cosa que observar. Lo cierto
es que en plenas descalificaciones, uno de los dos nos miente a ti y a mi.
Nos vamos acostumbrando a las mentiras con la tranquilidad
de quien sabe que son más las que no pillamos que las
otras. ¿De verdad el Rey se cayó de unas escaleras, a las 5 de la mañana, preparándose para cazar? Me lo tengo
que creer por que así me lo cuentan dentro de
varias mentiras. Realmente me da igual, pues son más las mentiras que las verdades. ¿En serio estamos en una crisis de deuda impagable? Sí, los cinco millones de parados se lo creen al levantarse
sin empleo cada día, ¿y el resto?, pues en muchos casos creen que la crisis no es
para tanto, no va con ellos. Otra mentira, piensan.
El "padre
estricto" es decir el marco mental preferido por la derecha ya está trabajando para TODA la sociedad. Nos dicen con calma: “La izquierda es una pandilla de manirrotos y menos mal que
de vez en cuando vuelve la derecha a poner las cosas en donde deben estar siempre.
La derecha es el padre que nos salva a todos de los desmanes de los niños tontos. La izquierda no es mala, simplemente es muy
infantil y se cree que todo el mundo el bueno, pobres ellos”.
¿Y qué hace la izquierda?: pues decir que el papá estricto está haciendo de papá estricto. Es decir, decimos que el PP está cumpliendo con SU papel. ¡Joder!, eso no es un a
descalificación sino un aplauso, es
reconocer desde la izquierda que el PP lo está haciendo bien, pues hace lo
que se espera y esperan sus votantes; ser estricto, hacer de papá coraje.
¿Y qué debería hacer la izquierda? Pues
convencernos de que papá estricto es un viejo gruñón sin ideas, anclado en el siglo XIX, achacoso y acojonado,
pasado de moda e incapaz de entender a "sus hijos" y a llevarse bien
con su/la familia. Que los hijos se quejen ante un padre estricto es lo lógico, pero que sus "viejas decisiones" vayan en
contra "de la familia" ya es otro cantar.
Si, la familia no la emplea nunca la izquierda, pues nunca
entramos en sus marcos para atacarlos. Nos dan miedo o repelús, pero a la derecha no le produce temor invadir los marcos
progresistas para manipularlos y controlarlos desde sus ópticas. El padre estricto cuando lo hace mal está jugando con los fundamentos de la familia social, y nada
joroba más a los conservadores que señalarlos como atacantes reales de la familia como parte
fundamental de la sociedad, señalarlos como favorecedores del
desorden, indicarlos como asustadizos, miedicas, cobardes, vendidos. Un padre
estricto debe demostrar que él es quien manda. Decirles que
mandan mucho, es simplemente aplaudirles.