Qué es fracasar en nuestros proyectos, en nuestras empresas vitales?


Fracasar no es bueno, pero muchas veces es inevitable y hay que aprender de los fracasos para evitarlos, para sacar consecuencias y para aprender a levantarnos. En todo proceso de aprendizaje es muy importante saber fracasar, saber perder y no hundirnos,  aprender de las caídas para saber levantarnos sin tantos pesares encima.
Tras un fracaso hay que volver a empezar. Bueno, no. No es un “volver a empezar” es una partida nueva desde una posición mejor que antes, pues ya sabemos de los errores que nos pueden hacer caer otra vez. Tras un fracaso salimos fortalecidos si somos capaces de tomarlo como inevitable ante la vida, y del que al menso salimos aprendidos, enseñados.
Muchas veces el fracaso viene por un exceso de confianza en nosotros mismos, pero la mayoría de la veces es simplemente un “perder” por que otros han ganado. Tenemos el mismo derecho a ganar que a perder. Si somos capaces de enfrentarnos a un sistema que produce ganadores y perdedores, lo lógico es estar preparado para perder. En esa batalla por conseguir rentabilidad y negocio, beneficios y crecimiento, estamos muchos. Solo unos pocos triunfarán y lograrán posicionarse bien, el resto simplemente o fracasarán o no verán sus objetivos conseguidos. Depende de nosotros, pero también y mucho de los demás, pues ellos no se van a quedar quietos esperando que nosotros triunfemos y ellos no. Nuestro proyecto puede ser bueno, pero si no tenemos una cantidad de suerte en el momento elegido, en el lugar seleccionado, podemos fracasar. En cambio proyectos mediocres que se han afianzado en el momento preciso o en el sitio adecuado, triunfan por ese componente que nunca valoramos bien, de saber estar en el momento y el lugar idóneos.