El trabajo ya no existe. Viva el trabajo. Ahora la moda, esa forma de convertirte en esclavo agradecido, nos obliga a trabajar 14 horas al día o 12 a la semana si tenemos suerte y no estamos desempleados. El caso es poder elegir entre mini jobs, micro trabajos, ser considerados chinos en nuestra España de hoy o directamente pasar a ser esclavos con derecho a ducha.
Los mini jobs están bien pues permiten acumularlos. Nadie nos impide tener media docena de trabajos diferentes de a 2 horas al día y disfrutar con la variedad de ser vendedor a ratos, limpiador de oficinas por la mañana, cuidador de niños por la tarde y camarero de gin tonic por la noche. Lo de dormir es un lujo, oiga.
Ya no tienes que sufrir por el hijo puta del jefe de taller que te machaca pues lo hace solo dos días de martes a jueves, en cambio puedes disfrutar con la mirada de la compañera limpiadora los viernes por las tardes mientras intentas vender perolas o juguetes de sexo para hombres las tardes de los domingos, a la vez que respondes al Twitter para formar una marca personal que nos sirva para ser reconocidos como los mejores imbéciles del barrio de pobres.
Ahora lo de estudiar es necesario pero no concluyente, pues nunca sabes si al final emplearás la carrera de económicas que tanto te costó acabar o en cambio vivirás de tus cuadros de garbanzos tostados formando paisajes futuristas que aprendiste en un cursillo de CCC. Es cierto que hay que estar siempre dispuesto a aprender mucho y rápido en la misma medida en que debemos desaprender igual de urgente para dejar espacio en los sesos.
El inglés ya no sirve, ahora es el alemán con algo de chino. No interesa ser ingeniero pues ya nunca se harán nuevos puentes, lo que mola es vender por internet comida japonesa envasada al vacío. Lo bueno es saber mucho de esos peces que se comen la mierda de los pies a mordiscos pequeños en vez de ser un lince operando de apendicitis, pues por lo primero pagamos una pasta y por lo segundo como lo queremos gratis no está de moda.
Es el fin, como dicen los entendidos, es el cambio de sistema. Es decir, hemos cambiado el sistema de ser pobres trabajadores por otro más jodido. Lo curioso es que no ha cambiado el sistema para convertirte en rico. Basta con saber engañar.