La crisis por Autonomías, en el sector de la construcción en España

Una de las principales razones por la que entramos en esta crisis económica es, sin lugar a dudas, por el sector de la construcción. Posiblemente sea el reflejo de todo lo malo que hicimos en España (no el sector como tal, que no hay que demonizarlo, sino su mal uso en el tiempo por todas las administraciones y especuladores). 
 
En primer lugar, es el reflejo de una burbuja, con unos precios que se hincharon más allá de lo que deberían, que ha ocasionado la debacle en perdidas de valor en los activos inmobiliarios tras la crisis. Nos endeudábamos, y nos especializábamos en un sector con poca capacidad de exportación. 
 
En segundo lugar, muestra la preferencia del empleo por un sector con perspectivas escasas de trabajo futuro, con una apuesta débil, si acaso positiva en el momento, en el propio capital humano que empleaba. Ahora tenemos un grueso de parados sin estudios superiores que va a costar absorber una vez que se realce la actividad económica. 
 
En tercer lugar, refleja las megalomanías de algunos promotores y políticos, que basaban su popularidad y gasto en proyectos de gran envergadura con costes muy altos y poca rentabilidad a medio plazo. La corrupción también hace acto de presencia.
 
Podemos ver esta evolución en la construcción en un sencillo gráfico que muestra la especialización de España en el sector:
 
 El PIB ha aumentado, y el sector de la construcción también, pero desde 1997, el peso de la construcción sobre el total no ha parado de crecer, desde un 6,5% hasta casi un 11% en 2006 (casi se dobla).
 
Por parte del empleo, vemos exactamente lo mismo. Cada vez un porcentaje mayor de trabajadores se dedicaban al sector de la construcción. Vemos como en 2007 aumentaron a pesar de que la producción no aumentaba. Puede deberse a que el precio empezará a caer (bajando así el peso económico de la construcción, sin que cayeran los números de la construcción en si misma, pues se mantiene en niveles constante en 2007), o a que se empezaran proyectos de construcción que finalmente no se terminaron, no pudiéndose contabilizar como valor añadido (no sé si se incluirían o no).
 
Pero lo que quería hacer hoy no es tanto un análisis del total, sino dividido por comunidades autónomas. Como siempre, la evolución no es homogénea, y la heterogeneidad está presente. Quizás además podamos explicar en parte porque unas comunidades están más azotadas por el paro que otras.
 
Lo cierto es que estas siguen un patrón bastante parecido en su evolución temporal. No despunta ninguna con una tendencia diferente, sí así en la especialización regional. Haciendo un índice simple de especialización podemos verlo. Valores por encima (debajo) de 100 implican mayor (menor) especialización en la construcción con respecto a España. Están ordenados de mayor  a menor dedicación a la construcción en 2007.
 
Lo que vemos es una gran variedad. Extremadura, Castilla–La Mancha y Andalucía copan el podio de las comunidades que más se dedicaban a construir, mientras que Cataluña, Madrid y el País Vasco, se mantienen como las tres que menos especializadas. Es normal, pues son las tres regiones (junto a Navarra) con un mayor PIB per cápita y, por tanto, con mayor dedicación en otros sectores como puede ser el de servicios. Esto no quiere decir que en estas comunidades no haya aumentado el peso en la construcción (la burbuja afectó a todos), sino que no lo hicieron por encima del aumento de la media.
 
Como ejercicio meramente estadístico, vamos a ver la relación regional con respecto al paro. Esta vez vamos a coger los datos de especialización de 2007, y el último dato de la EPA de paro regional de 2012 (no tratamos de relacionar construcción y paro en un momento determinado, sino si las regiones más especializadas en la burbuja son las que más paro tienen).
 
 Como vemos, la relación es positiva. Es decir, la regiones que más especializadas estaban en el sector de la construcción con respecto a la media en 2007 (abscisas), tienen una mayor tasa de paro con respecto a la media en 2012 (ordenadas). Esto no quiere decir que sea la causa. De hecho, si descomponemos en dos la serie, poniendo a un lado las que más paro tienen (azul) y las que menos (rojo), nos encontramos con un componente fijo espacial significativo. Es decir, las que regiones que más paro tienen lo tienen en base a cuestiones que, en principio, no tienen que ver con el sector de la construcción. Además, habiendo dividido la base en dos, el efecto de la especialización en construcción se hace aun más significativa.
 
De media, el aumento de un 1% en la especialización en construcción con respecto a la media implica entre un 0,1% y un 0,16% más en la tasa de paro. Además, las regiones del sur y el mediterráneo tienen (de media) un 9% más de paro que las regiones del norte y centro de España (habiendo descontado el efecto por especialización).
 
 CONCLUSIONES
 
En primer lugar, recalcar que esto no es un estudio sobre causas y consecuencias, sino sobre correlaciones, que nos pueden dar pistas, pero no respuestas absolutas.
 
Hemos visto que hay una gran divergencia en la especialización regional en el sector de la construcción. No es que haya unas por encima y otras por debajo (algo obvio y tautológico cuando estamos comparando con medias), si no la magnitud, con unas comunidades casi el doble de especializadas que otras.
 
Por ultimo, he querido comprobar como estadísticamente hay una correlación positiva entre una mayor especialización en la construcción antes de la crisis y una mayor tasa de paro. Sin embargo, si bien esto explica parte del desempleo en general, las grandes diferencias entre las comunidades del sur/mediterraneo y las del norte/centro siguen dependiendo de otros factores exógenos.
 
Esto es fácilmente entendible cuando nos damos cuenta de que estas diferencias ya existían antes de la crisis, incluso cuando la burbuja estaba en su apogeo.