Dicen que si no encontramos tiempo para hacer ejercicio, lo tendremos que tener para estar enfermos. Es la gran excusa que todos empleamos para negarnos a realizar un ejercicio físico necesario, sabiendo que es bueno para la salud. Pero es una gran excusa pues hay ejercicios para cada edad y para cada disponibilidad de tiempo libre. Igual que sacamos tiempo para comer, higiene o ver la televisión, debemos programar tiempo para hacer ejercicios del nivel que podamos por salud o edad.
El ejercicio reduce el estrés, baja la glucosa, calma nuestros pensamientos negativos, nos ayuda a dormir mejor, nos ayuda a perder peso y a comer menos. Y nos hace sentirnos más ágiles y con más optimismo.
Puede hacer ejercicio en las zonas de su barrio, un día cada dos o incluso dos o tres veces a la semana en días alternos. Si no se atreve a realizar ejercicios por la calle tiene gimnasios en donde nos ayudarán. Y por último tiene posibilidades de realizar ejercicios en su casa con máquinas o incluso con ejercicios estáticos.
Todo sirve, menos estar pasivo, sin hacer nada. Antes de comprar caras máquinas para el hogar, piense que en la mayoría de las ocasiones a las pocas sesiones se olvidan en un rincón. Piense que no podemos estar estáticos, sobre todo a partir de una cierta edad, pues el cuerpo se acostumbra a no moverse y a partir de estos momentos es complicado simplemente agacharnos, andar rápido, llevar peso, etc. y la lesiones pequeñas serán una constante.