No quiere acabar el verano sin antes asarnos de calor, pero las personas no están en sus hogares, lucen pecho en las playas o en los pueblos de origen, escapando de las crisis y los desempleos.
Incluso las primas de riesgo ni se mueven, asfixiadas del calor y de la falta de especuladores trabajando con sus laboratorios de ideas. Pero llegará septiembre y nos cobrará el desafío y los errores, es lo que tiene siempre septiembre.
Las mañanas son duras, cálidas hasta despertar con la sensación de haber dormido muy mal. No sirve incluso ni ducharse pues dura muy poco el frescor de la limpieza. Si acaso disimular y no hacer caso, hacer como si nada y seguir caminando por los días. Fallan mis visitas al blog, estáis todos de vacaciones, no es apetece leer tonterías y es normal vuestra decisión. Pero puñeteros, volveréis, todos, y tendréis que taparos los vacíos con letras e imágenes. Es inevitable. Yo os espero.