Paseando el otro día por un parque de Valladolid se me vino al oído una palabra de conversación ajena que me penetró con ganas de conocimiento.
Majuelo
Majuelo
No tenía claro a qué se referían los contertulios, pues para mi un majuelo era un arbusto blanco y con espinas, alto y con unos frutos rojos que creo me habían dicho de pequeño que eran venenosos para intentar que no me los comiera, y que tras consultar en casa he visto que además de ser una buena solución en la medicina natural como sedante es también una planta que se emplea como cardiotónico.
Pero no era de eso de los que hablaban los señores mayores. Así que tuve que guardarme la palabra para revisarla. Un majuelo es también un terreno en donde se cultivan vides, un espacio grande que se divide en bancales o calles que sirven para poder recoger mejor las uvas en septiembre u octubre. Pero un majuelo es en algunas zonas de España una viña nueva, que recién está dado sus frutos, sus primeras uvas. Y esto ya me encajaba mucho mejor en los restos de conversación que había escuchado en el parque.
Nada como ir aprendiendo los significados de nuestro rico idioma, sobre todo si son palabras poco usadas, locales o de antiguo nacimiento. Majuelo me ha parecido una bonita palabra para un cuento, apra un relato corto, para pillarlo y no dejarlo.
Nada como ir aprendiendo los significados de nuestro rico idioma, sobre todo si son palabras poco usadas, locales o de antiguo nacimiento. Majuelo me ha parecido una bonita palabra para un cuento, apra un relato corto, para pillarlo y no dejarlo.