Alparcear es una palabra poco usada que siempre me ha gustado. Mi madre ya la empleaba y se ha quedado dentro de uno, formando parte de su diccionario básico y vital.
Alparcear es sobre todo meterse en vidas ajenas para enterare de sus chismes, de sus historias personales y tras saberlas, contarlas sin tino, ni sentido, ni beneficio.
Es un verbo que se emplea mucho en Aragón, pero que figura en el Diccionario de la Real Academia pues es una palabra antigua que se emplea también en La Rioja e incluso en algunas zonas de Iberoamérica. Su primera inclusión en un texto conocido data del año 1726.
El alparcero es también el pastor que junta su ganado, su rebaño pequeño, con otros rebaños de otros pastores para formar un rebaño más grande que sea más rentable de mover por los campos. Es pues como un socio de un rebaño generalmente de herbívoros, que trabaja junto a otros alparceros.