Que una
simpática ministra siempre aparezca
sonriente aunque tenga que dar la peor noticia del mundo mundial, ya produce
escalofríos por su falta de empatía con lo que dice. Alguien le tiene que decir
o que deje de fingir o que se cambia el gesto, para poner la misma cara que le
corresponda con las noticias que dice.
Pero ayer salió
por peteneras y nos comentó, eso si, con la misma sonrisa de siempre, que en
España ya se empezaban a ver brotes verdes. Qué manía con ver brotes verdes en
los desiertos por ministros que ven demasiado.
“España está
saliendo de la crisis, hay señales esperanzadoras”
Dicho esto a
los dos días de que el desempleo superara el 25% es de una tristeza complicada
de asumir. O no se entera o sabe algo que se calla. Sería interesante que
además de tratarnos como a alumnos de preescolar, nos dijera qué es lo que ella
ve y nadie más otea, para poder decir esta maravillosa noticia si es cierta, o
muy triste si es una banalidad para salir en los papeles.
El número de
ministros que no sirven para su responsabilidad es proporcional al éxito o
fracaso de sus políticas. De momento es de agradecer que poco antes de la
festividad de Halloween, salga con noticias de truco o trato. El número de
humoristas para las televisión va aumentando según aumentan las necesidades de
comer todos los días sin tener trabajo.