En los
debates electorales todo se mide y se tasa. Algo sencillo de realizar con los
elementos estáticos, en los tiempos, en las corbatas o en la altura de cada
candidato.Pero hay
acciones que no son medibles antes del debate sino que se tienen que realizar
sobre la marcha.
Esta imagen
nos muestra un gesto que pasa desapercibido en apariencia, pero que entra muy dentro
de los espectadores de una forma subliminal, en una batalla de gestos como la
que muchas veces entablan los perros que se ladran (y perdón con el ejemplo) y
no necesitan pelear para saber quien está perdido.
Son gestos a
veces mínimos, pero más que suficiente. El Presentador ocupa la mitad del ring
de la pelea. A cada lado un candidato. Al finalizar ambos se levantan para
saludarse, pero uno es más rápido y entra “en el campo” del otro y le agarra el
brazo. Son importantes los dos gestos. El de entrar en el campo contrario con
seguridad y demostrando quien manda. Y el de coger por el hombro al otro
candidato como afirmándolo “lo has hecho muy bien” por que el que juzga soy yo.
En esta
escena alguien recibe y alguien ordena, gestiona el momento. Queda más pequeño en
altura Obama, pero eso lo podemos rectificar enseguida. Es San Photoshop-