La ministra de Empleo en España, Fátima Báñez, con más de un
50% de los jóvenes en el desempleo, ha presentado un informe en el Consejo de
Ministros en el que se plantea la posibilidad de que un trabajador jubilado pueda
simultanear durante un tiempo el cobro de entre el 40% y el 60% de la pensión de
jubilación y un empleo por cuenta propia o ajena.
Son medidas absurdas que nacen muertas. Lo que necesita
España es que trabajen más personas, que haya trabajo para repartir, y una vez
creados estos puestos de trabajo que sean realizados por los más preparados
para que la productividad sea alta y se pueda salir de este agujero.
Si la idea de la que dicen ser la Ministra del Empleo en
España, es la de que los jubilados trabajen, sin crear nuevos empleos, es un
premio a la estulticia teórica. Si la idea fuera que estos jubilados tuvieran
unas ayudas brutales para crear nuevas empresas y con ello crear nuevos puestos
de trabajo, pues tal vez sería una idea interesante. Pero insistir en que
trabajen para pagarles menos pensión es un grave error de libro. ¿Y los jóvenes?
Si sobran personas mayores de 55 años que se quieren jubilar
por no tener trabajo, hay dos sistemas más eficaces.
Uno. Quitarles la pensión de jubilación directamente y todo
tipo de ayudas. Nos cabrearíamos pero al final muchos de nosotros nos suicidaríamos
y asunto resuelto.
Dos. Poner crematorios en las empresas, junto a los wáteres,
y cada vez que entremos a mear un trabajador mayor de 55 años, empujón y
problema resuelto.
Hay otra fórmula pero es más lenta. No dejarles que vayan al médico, que al final con tantas pastillas, es que no nos morimos nunca. Efectivamente, yo tengo más de 55 años, estoy enfermo y estoy desempleado,
así que sé de lo que hablo.