No nos enseñan a hablar en público, a expresarnos bien de forma oral. Incluso creemos que no es una herramienta muy importante para lograr tener mejor empleo, mejor vida social, más calidad comunicativa. Incluso en las universidades es muy fácil encontrar licenciados o a punto de licenciarse que nos aben manejarse bien ante una explicación razonada y un público de dos personas.
No es sencillo aprender el hablar en público, pero tampoco se nos enseña a defender oralmente nuestros planteamientos, las ideas, en una conversación de calidad. Pero lo cierto es que quien mejor sepa expresarse oralmente sabrá alcanzar mejor sus objetivos en la vida. Sin desestimar la lógica facilidad para saber poner por escrito nuestras reflexiones. La suma de estas dos herramientas son básicas hoy para poder encontrar trabajo, para poder competir con otros contrincantes en una oferta de empleo.
Recomiendo entrenarse, es uno de los mejores sistemas para aprender. Practicar sabiendo que estamos aprendiendo con la práctica. A los políticos que empiezan, por poner un ejemplo, se les enseña en programas de radio de poca audiencia, en donde van cogiendo práctica de todo tipo. Y es muy recomendable escucharse al día siguiente, para analizar errores.
Por ello grabarse el audio de una explicación, de la defensa de una idea ante un espejo y escucharla varias veces, un tiempo después sirve mucho para mejorar. Y repetirla con cambios, analizando en qué nos hemos equivocado o en qué debemos mejorar. La vergüenza es lo primero que hay que abandonar.
Debemos hablar pausadamente, sin gesticular mucho pero empleando el idioma gestual y sobre este tema si que hay suficiente información en internet o en libros. Hay que tener diferentes tonos de voz que iremos modulando según el momento, pero sin perder nunca las formas. Saber mirar a quien nos dirigimos, sin odios. Saber sonreír sin discordancias, en su momento, para destensar una situación o para ofrecer una visión de seguridad.
Quien nos escuchar debe valorar en qué momento de la conversación estamos, qué queremos trasmitir con nuestras palabras, a través del idioma gestual que acompañará lo que decimos, para saber trasmitir bien nuestras ideas. Quien nos escucha se puede equivocar de nuestro mensaje tanto por lo que decimos oralmente como por lo que insinuamos gestualmente.
Pero realmente no quiero entrar en las formas sino en los fondos. En la importancia de prepararse para saber más de nuestra capacidad para expresarnos oralmente. En muchos oficios y trabajos es muy importante defender bien y de forma oral nuestros planteamientos. La entrada al trabajo suele ser en una entrevista con el director de RRHH y aquí es el primer lugar en donde debemos demostrar que sabemos defender lo que hacemos, con razonamientos lógicos y contenidos suficientes.