El fenómeno del botellón, la ingesta sin control de bebidas alcohólicas por las noches, en la calle, en cantidad brutal y calidad mediana, está dando números preocupantes, cuando estos jóvenes ya empiezan a tener una edad cercana a los 40 años.
La edad a la que acuden los dependientes del alcohol a centros de ayuda (para el alcoholismo) ha bajado de media desde los 49 años hace 5 años hasta los 41 en la actualidad año 2012. Acuden a estos centros cada vez gente más joven, con problemas médicos de alcoholismo, de dependencia grave que les afecta a su vida personal y laboral.
Además de bajar la edad ha crecido el número de varones, pasando en estos años desde un 72,5% a un 83,6%, indicando claramente que son los jóvenes varones los que más están cayendo en este grave drama social.
Además de bajar la edad ha crecido el número de varones, pasando en estos años desde un 72,5% a un 83,6%, indicando claramente que son los jóvenes varones los que más están cayendo en este grave drama social.
Si malo era beber alcohol en exceso, hacerlo con el único deseo de que se apodere de tu libertad, de que terminen los bebedores casi en coma etílico, sin control de su capacidad para decidir, es de un absurdo increíble. Esto afecta a la salud no tanto en esos tiempos vitales como a los pocos años si se sigue con el consumo y no se toman medidas urgentes.
El hígado se hace fibroso y se presentan cirrosis hepáticas de distinta importancia, siempre muy serios para el futuro de la salud, con insuficiencias hepáticas que evolucionan. En la medida que el hígado falla, pasa al cerebro antes, afectando al mismo con daños permanentes. Empieza a tener efectos sobre el estómago y sobre los órganos sexuales. Fallan además las defensas normales del organismo y es más fácil de coger enfermedades sencillasque se llegan a convertir en crónicas o en graves como neumonías. Afecta a la faringe, cuerdas bucales, páncreas, defectos de visión crónica, etc. Aumenta la presión sanguínea, sobre todo en jóvenes decrece la edad a partir de la cual llega la hipertensión, se engorda, se pierde memoria, capacidad para la concentración y para tomar decisiones lógicas.
La familia deba ayudar a estos enfermos, a tratar sus problemas y a salir de este círculo muy complejo de hacerlo sin ayuda. No hay que mirar el pasado, sino el futuro.