El ibuprofeno es un clásico antiinflamatorio no esteroide y analgésico que empleamos para todo tipo de dolores y que siempre está en nuestros botiquines caseros. Es un leve antipirético utilizado habitualmente para el alivio del dolor de cabeza, de muelas, muscular, postquirúrgico, artritis o los dolores neurológico leves. Se absorbe bien, más lento si lo tomamos con alimentos, y no produce muchos problemas. Es un medicamento bastante seguro.
Sabemos que es bueno para los dolores y las inflamaciones pero ¿estamos abusando del ibuprofeno? En España se venden unos 100 millones de envases al año, para que tengamos una idea de su consumo.
Se alerta de la alta dosificación de ibuprofeno que se aplica para dolores leves y moderados, siendo habitual el consumo de 600 miligramos por toma cuando lo más correcto sería una dosis de 400 miligramos.
No se puede afirmar que con 800 miligramos no aumente el riesgo de evento cardiovascular, de hecho, más de 8,5 millones de españoles reciben dosis diarias de ibuprofeno superiores a las recomendadas, y las presentaciones de 600 miligramos de ibuprofeno representan el 80% del total de unidades dispensadas, cuando su dosis debería de ser la mitad, pues con tres dosis diarias de 400 miligramos son suficientes para controlar los procesos de dolor leves y moderados. En Europa el 55% de las dosis son de 400, mientras que en España es del 5% de las tomas y el resto de una dosis mayor.
Los efectos secundarios del ibuprofeno se incrementan a medida que aumenta la dosis. "El riesgo de sufrir un evento cardiovascular con dosis de 400 miligramos no está incrementado, algo que no se puede afirmar en el caso de los 800 miligramos", cuando en realidad y si nos automedicamos, no obtenemos efectos mejores. Pero la presión de los laboratorios es tremenda para consumir más y a ser posible en mayor dosis y duración. No es recomendable para niños menores de 12 años.
No se puede afirmar que con 800 miligramos no aumente el riesgo de evento cardiovascular, de hecho, más de 8,5 millones de españoles reciben dosis diarias de ibuprofeno superiores a las recomendadas, y las presentaciones de 600 miligramos de ibuprofeno representan el 80% del total de unidades dispensadas, cuando su dosis debería de ser la mitad, pues con tres dosis diarias de 400 miligramos son suficientes para controlar los procesos de dolor leves y moderados. En Europa el 55% de las dosis son de 400, mientras que en España es del 5% de las tomas y el resto de una dosis mayor.
Los efectos secundarios del ibuprofeno se incrementan a medida que aumenta la dosis. "El riesgo de sufrir un evento cardiovascular con dosis de 400 miligramos no está incrementado, algo que no se puede afirmar en el caso de los 800 miligramos", cuando en realidad y si nos automedicamos, no obtenemos efectos mejores. Pero la presión de los laboratorios es tremenda para consumir más y a ser posible en mayor dosis y duración. No es recomendable para niños menores de 12 años.
Recordar que a diferencia del paracetamol, el ibuprofeno baja la inflamación y el paracetamol no.
La aspirina baja la fiebre, algo que no hace con igual fuerza el ibuprofeno, pero afecta más al estómago, por lo que siempre hay que tomarla con bastante bebida y a ser posible con algo de comida.
El ibuprofeno es más rápido que la aspirina y no produce problemas de anticoagulación. No hay que tomarlo en ayunas.
La Food and Drug Administration (Oficina Estatal de medicamentos y alimentos de EEUU) advierte sobre la posibilidad de que los pacientes que utilizan aspirina a bajas dosis (100 mg) como antiagregante o anticoagulante plaquetario vean disminuida su eficacia preventiva si toman ibuprofeno para el tratamiento del dolor. Para evitar este problema se debe esperar al menos media hora después de tomar la aspirina para tomar el ibuprofeno y/o esperar al menos 8 horas desde la toma de ibuprofeno para tomar aspirina.