El
nerviosismo socialista en Cataluña está haciendo estragos entre las huestes
sesudas y calmadas. Hoy Marcelino Iglesias, que en cuanto lo hemos mandado a
Madrid se nos ha desbocado, ha soltada la andanada del fin de semana, con lo
calmado que lo teníamos en Aragón mientras fue Presidente.
Está claro
que acudir a Madrid a parecer que se manda y gestiona, es contraproducente; que los aires
de Aragón son mucho más calmados y sanos que los de Madrid que están llenos de
contaminación mental.
No es muy
entendible como Marcelino Iglesias no logró entenderse con los socialistas
catalanes cuando mandaban en Cataluña para lograr que nos devolvieran los
bienes de la Franja, pero en cambio ha ido raudo y veloz a poner troncos gordos
en la hoguera de las descalificaciones. Azuzar el fuego no está bien visto en
Aragón y él lo sabe, pero no debe estar contento en el Senado pues aspiraba a
algo más tras su amistad con Zapatero y aprovecha que sabe hablar catalán para
dirigirse al electorado catalán en tono belicoso recordando Guerras Mundiales,
Guerras europeas o Guerras Carlistas. Jope qué repaso. Recordar y nombrar al
hipernacionalismo francés y alemán, y a sus 100 millones de muertos es de mala
educación pues hoy los alemanes y franceses son pueblos amigos. Tenía ejemplos
más recientes si no quería molestar a países amigos y cercanos, pero no se
debió dar cuenta de ello.
Y sobre el
federalismo, un breve detalle. ¿Qué es el federalismos del PSOE? ¿por qué no lo
explican bien, con detalle, para así lograr afecciones o desafecciones? Lo
mejor para enfrentar una idea que se considera errónea, es plantear encima de
la mesa otra idea que creamos mejor. Hablar en etéreo, en abstracto, sin
detalles, es mal camino para lograr adeptos y respetos, pues suena a engaño. De
nada por el consejo, sigue siendo gratis.