Hoy
la ONU ha legitimado a Palestina como nación en un camino intermedio que no sé
si sirve para alegrarme o para entristecer mi particular manera de entender las
historias. Palestina es ya un Estado, pero como observador, NO miembro de
la ONU, un sí pero no. Nadie tiene bemoles de resolver un problema histórico de compleja solución pacífica.
Los
138 votos a favor son casi tan importantes como los votos en contra de EEUU, Israel,
Canadá o la República Checa. Es curioso
que cuatro sean más o igual que 138, pero es que en política internacional las matemáticas no
se utilizan.
No
sé si se evitarán guerras, o más bien creo que al revés, se darán más razones
para provocarlas, pero al menos sirve para que Palestina reciba la razón desde la ONU y
morir con y por ella;, una Palestina harta del castigo histórico.
Palestina ha recibido otro abrazo de justicia, lo bueno sería solicitarles que la dosifican, pero cuando las injusticias son tan abrumadoras y persistentes, es imposible solicitar milagros a los pobres de razones reconocidas. Ahora tocar tomar la temperatura cabreada de EEUU e Israel, que se sentirán muy enfadados. Jodo qué otoño.
Palestina ha recibido otro abrazo de justicia, lo bueno sería solicitarles que la dosifican, pero cuando las injusticias son tan abrumadoras y persistentes, es imposible solicitar milagros a los pobres de razones reconocidas. Ahora tocar tomar la temperatura cabreada de EEUU e Israel, que se sentirán muy enfadados. Jodo qué otoño.