Cuando las
crisis aprietan, sobre todo las mentales, hay que recurrir a copiar y Grecia
nos puede enseñar a la izquierda española qué se pude hacer cunado faltan ideas
nuevas.
Ayer lo
demostró el líder de Syriza, Alexis Tsipras, con su visita a ICV
ante las elecciones catalanas. Representa una visión de la izquierda —mal
llamada por algunos extrema izquierda para fastidiar— que intenta arropar a los
débiles contra los poderosos que saben modificar las sociedades a su gusto.
En
Cataluña se han unido electoralmente EuiA e ICV, como elemento que sirva sobre
todo para recoger el voto desencantado de las socialdemocracias sin ideas y de
los que desde siempre han sido votantes de una izquierda posible y capaz.
Joan
Herrera ha comparado su formación ICV con la de Alesis Tsipras y ha recordado que hace
años Syriza también era un partido pequeño. “Pero en un momento excepcional
hacen falta respuestas excepcionales” ha dicho Joan Herrera, robándole los
argumentos a Artur Mas, que insiste en pedir votos prestados para afrontar el
momento que vive Catalunya. Tan importante o más que Cataluña son los
catalanes. Joan Josep Nuet, líder de EuiA ha relacionado a los pueblos de
Portugal, España, Grecia e Italia y ha asegurado que “ha llegado la hora de que
hablemos los pueblos del sur de Europa y de que encontremos alternativas a los
recortes y a la austeridad”.
¿Es
posible trasladar estas sinergias políticas a otros territorios estatales?,
pues algo se ha realizado en Galicia, sigue existiendo Espacio Plural aunque
con una actividad más baja de la necesaria, mientras en Aragón se formó una
coalición para el Congreso de los Diputados entre CHA e IU. Parece poco para la
que está cayendo sobre la izquierda en España, pero aun siendo tímidos caminos
iniciados, el futuro no sabemos por donde irá avanzando.