Cuando la música y el arte se mueven entre países, se desplazan los gustos entre partes del mundo, unas zonas han perdido poder y otras lo van ganado. Es una muestra que nunca ha fallado.
Tras el fenómeno Gangnam Style del coreano Psy, ahora nos ataca la alegría del pakistaní Muhammad Shahid Nazir que vende pescado (vendía, pues ha sido deportado) en el mercado de Queen’s en Upton Park, en el este de Londres, con su vídeo ofreciendo sus productos primero y con la versión adaptada por rapero Timbaland “Fish Man - One Pound Fish”, después, visto ya por más de 8 millones de personas.
Así se nos está comiendo al mundo occidental la música, los gustos, la gastronomía, el arte que viene de lejos, con alegría, ganas de sorprender, frescura nueva. Aun nos va a tocar ver el cambio profundo de civilización.