Debemos conocernos mejor, saber qué nos hace felices, qué nos logra disfrutar ante la vida. Vamos a realizar un ejercicio literario muy sencillo, que nos ocupará cinco minutos cada día, y que iremos haciendo durante un mes en una libreta, a la hora de irnos a la cama. Será como un diario personal en donde apuntaremos algunos asuntos íntimos y personales.
Cogeremos una libretita secreta, que no nos la lea nadie, e iremos apuntando cada noche los cinco pequeños placeres de ese día. Efectivamente, si un día no es posible, pues no se hace. Simplemente cinco pequeñas cosas que nos han gustado, no se trata de buscar grandes regalos, sino pequeños placeres. No te preocupes por su importancia, escribe las mejores cinco pequeñas cosas cada día.
Del tipo:
Me han gustado las patas fritas de aperitivo.
Me ha encantado el beso que me ha dado mi hijo
He sentido muy dentro el abrazo de mi marido
La tranquila música que he escuchado a media tarde
Me ha gustado masturbarme, pues disfruto
Me sentí muy bien en el paseo por río
Me gusta la conversación de Laura
Al cabo de pocas semanas tendrás una larga lista de pequeños placeres, tus placeres, separada por días.
Y aunque algunas acciones se habrán repetido tendrás un retrato de tus gozos, de tus maravillosas cosas que SI te gustan.
Incluso de los pequeños trucos que empleas para intentar ser feliz.
Ya sabemos qué es lo que nos ha gustado en un día determinado, qué es lo que debemos buscar para ser un poco más felices en el resto de los días.
Y aunque algunas acciones se habrán repetido tendrás un retrato de tus gozos, de tus maravillosas cosas que SI te gustan.
Incluso de los pequeños trucos que empleas para intentar ser feliz.
Ya sabemos qué es lo que nos ha gustado en un día determinado, qué es lo que debemos buscar para ser un poco más felices en el resto de los días.