La política es también una pequeña mentira piadosa, una escenificación, un atrezo de farsa para disimular. En plena campaña electoral Mitt Romney y Paul Ryan se dirigen a su escaso público, pero deben quedar reflejados como grandes, como inmensos. Para ello nada como levantarse sobre unos cajones y así estar por encima de su publico y además ponerse delante una banderas que lo tapen y que los envuelvan en patriotismo. Para el poco personal, cualquier cosa serviría, pero el teatro es muy antiguo. Es casi viejo.
Dos líneas de vallas, unos guardaespaldas, una distancia suficiente como para tenerlos cerca pro no mucho y unas sonrisas fingidas. Teatro, simplemente teatro.