Las amas de casa, sean o no trabajadoras fuera de su hogar, son las más proclives a desarrollar algún grado de estrés, donde los detonantes principales son la monotonía y las cargas laborales excesivas, incluso con la creciente ayuda de las parejas en las tareas del hogar.
Todos estamos sometidos cotidianamente al estrés en diferentes grados y no manejarlo nos lleva a situaciones de agotamiento extremo, apatía, ansiedad, depresión e incluso intentos suicidas si no sabemos valorar nuestras propias vidas.
La mujer que solo trabaja como ama de casa tiende a desatenderse en aras de cuidar casa, la familia, hijos e incluso a familiares enfermos; y si además trabaja fuera del hogar, la carga de trabajo puede acumular aún más estrés, que la lleva a fases crónicas que detonan en cansancio excesivo, sumado a una apatía por su calidad de vida y una irritabilidad por infelicidad. Se entra en ansiedad y depresión por no ver fácil resolver sus problemas y a desarrollar migrañas, problemas intestinales nerviosos o hasta enfermedades en el corazón, por señalar algunos efectos colaterales.
Estas situaciones las llevan al médico de familia y desde aquí a los servicios de salud mental donde se diagnostica estrés crónico y se pasa a recibir tratamiento farmacológico, ya sean ansiolíticos o antidepresivos. No tanto por falta de respuesta del sistema, a grupos de ayuda y autoayuda para aprender con terapias a defenderse de estos problemas.
Es muy interesante que cada hora (si, cada hora) del día, logremos cinco minutos para realizar algo que nos represente satisfacción como cantar, escribir, hacer ejercicios de respiración, caminar, abrazarse, darse un masaje, tomar un café, leer un poco, etc.
Hay que convivir más, buscar el contacto con familiares y amigos, que a la hora de acostarnos y levantarnos, lo hagamos sin sentirnos enojados, sino que tengamos una actitud positiva y que cada día se establezcan objetivos que se pueda alcanzar.
Entre las mujeres solo amas de casa o no, las deudas, la enfermedad o la pérdida de algún familiar o amigo cercano, la violencia psicológica del hogar o de las personas que la rodean en la vida, y un exceso de trabajo junto a un bajo reconocimiento a sus labores, afectan mucho sobre su salud psíquica.