Tener la visión de delegar y confiar en socios más jóvenes es lo mejor.
El diálogo es la herramienta más preciada de una empresa que quiere mejorar.
Hay gente que habla, que puede persuadir y puede cambiar realidades solo con la palabra.
Cuando uno cree en lo que hace, se nota y los demás te creen.
Para reclutar a gente hay que tener en cuenta tres factores. Una integridad moral, una gran inteligencia y una energía desbordante. Las dos últimas sin la primera te pueden destrozar.
Cuidado con los que saben escribir, pues te pueden enamorar sin tocarte. Y eso puede ser bueno o malo.
La falta de diálogo es la falta de confianza.