Nada como pillar a un chaval hijo de famosos con poco genio mental, enseñarle algunos billetes para convencerles de que salir en la televisión es un gran negocio. Sobre todo un gran negocio para el periodista que le graba y para la cadena que saca su tajada en forme de audiencia y de anuncios.
Ayer Sálvame de Luxe sacó una entrevista grababa por Tino Torrubiano a José Fernando, hijo de Rocío Jurado y José Ortega Cano, en un ejercicio vergonzoso de utilización de un casi menor, en una programa de manipulación para joder.
Gastarse 10.000 euros en una noche de putas y tener que llamar a “papa” para que lo pague es de premio a la estulticia y al abuso casi delictivo por parte de todos. Al llegar a una edad determinada las leyes cambian para las personas, se es menor o mayor de edad y se puede disponer de la vida libremente. Pero muchas veces queda claro que aunque no seamos capaces de encontrar un método mejor para separar menores de mayores, la edad no es indicativo de casi nada.
Esta forma de trabajar a los famosos, con periodistas entrevistando a los débiles y luego vendiendo el paquete completo a un medio es ya lo más de lo más, la manipulación parecida pero con menos color y calidad. Estoy seguro que se han quedado más dinero todos los que han intervenido en la entrevista desde fuera que el propio protagonista. Pero ser bobos no es contagioso, ni tampoco ser listillos de la jeta.
Ha cobrado la herencia de Rocío Jurado y en pocos tiempos se la gastará toda en alcohol, cosas de oler y prostitutas guapas. Y lo veremos más veces mendigando por las pantallas, para poder mantener los vicios de un joven sin rumbo ni ganas de hacer caso.