Uno a veces tiene la obligación de preguntarse. Y lo que es más grave, de responderse. ¿Somos seres racionales? A partir del artículo de Max, compañero de Econstuff, sobre la irracionalidad en el consumo de tabaco, ha surgido en Twitter un cierto debate sobre la racionalidad del ser humano.
En concreto: ¿cuándo podemos decir que el ser humano actúa de forma irracional?
Si definimos toda acción como la forma en la que las personas persiguen sus fines, y vemos al ser humano con la capacidad de introducir toda la información disponible que tenga para descubrir la acción que mejor se acerca a ese fin, entonces, por definición, el ser humano no puede ser irracional.
Puede que esté más o menos equivocado (si no dispone de toda la información) o sea más o menos inteligente (si su proceso de racionalización está más o menos acorde con el proceso óptimo, es decir, tenga en cuenta coste de oportunidad, externalidades y otros elementos). Pero siempre y cuando su acción se derive de una información que pasa por lo que llamamos razón, toda acción está siendo racional.
Pero creo que hay que incluir dos elementos. Uno, estamos incluyendo el término “racional”, que viene de “razón” que viene de “causa”. Entramos en el problema de causalidad. Esto entra dentro del concepto incluso de libre albedrio (¿y si solo somos máquinas de optimizar, seguimos teniendo libre albedrio?). ¿Tiene algún sentido decir que el ser es racional si es imposible ser irracional?
Pero creo que hay que incluir dos elementos. Uno, estamos incluyendo el término “racional”, que viene de “razón” que viene de “causa”. Entramos en el problema de causalidad. Esto entra dentro del concepto incluso de libre albedrio (¿y si solo somos máquinas de optimizar, seguimos teniendo libre albedrio?). ¿Tiene algún sentido decir que el ser es racional si es imposible ser irracional?
Por otro lado están las emociones, que siempre han sido base del concepto de comportamiento irracional. Son elementos que pueden “nublar” el juicio racional, o hacerlo menos efectivo. Las emociones afectan en tanto en cuanto no sean “racionales”, es decir, no se deriven de hechos. Puedo tener miedo a los espacios abiertos, y por tanto, decidir no salir de casa. ¿Eso es ser racional?
Si tomamos la emoción como una parte intrínseca de las “preferencias” del individuo se sigue siendo racional. En este caso, su bienestar es mayor quedándose en casa que saliendo (puesto que esto le produce malestar).
Pero si esa emoción se deriva de un hecho que puede estar siendo mal estimado o adquirido, es decir, que sea una información errónea, enquistada en nuestro proceso de racionalización, el proceso de razonar no es perfecto y, por tanto, se esta siendo irracional.
Si definimos las emociones como aquellos elementos que afectan al juicio (y provienen de estímulos externos) pero que no han pasado previamente por nuestro proceso de racionalización, todo el proceso de razonar está comprometido. Porque estamos incluyendo información en la toma de decisiones que no ha pasado por nuestro proceso razonador.
En concreto, por tanto, podemos decir (según mi forma de verlo) que se actúa de manera irracional cuando parte de la información empleada para tomar decisiones no está justificada ni por el exterior (información), ni por el proceso racional (interior).
Irracional no es preferir el número 8 al número 3, pero sí lo es pensar que el 8 tiene una mayor probabilidad de salir solo por tener una “corazonada”.
Nuestras acciones se fundamentan, por tanto, en emociones (es decir, en cierto modo están justificadas, tienen una razón), y por tanto se puede seguir pensando que todo ser humano es racional.
Pero en tanto en cuanto exista una recursividad no completa (ya que parte del proceso racionalizador no está siendo justificado o no ha sido racionalizado), creo que también se puede ser irracional.
El caso que he puesto es muy extremo. El problema radica cuando estas emociones se derivan del propio proceso económico (necesidades, percepciones, acciones sociales, uso del lenguaje) y por tanto existe cierta irracionalidad en el proceso económico.
Es un tema profundo, que engendra debate y toca pared con pared con la filosofía. Esto es una mera reflexión hecha en el momento, tampoco es algo a lo que le he dado muchas vueltas, pero me interesa seguir dándoselas.
De primeras, recomiendo a todos los que les puede interesar que le echen un ojo a este próximo curso de Coursera sobre el comportamiento económico irracional, realizado por Dan Ariely (así como sus libros, que tengo pendientes). Pueden poner todas sus apreciaciones en los comentarios.