La Comisión Europea ha publicado las previsiones de crecimiento (y otras variables económicas) de los países europeos. Estas previsiones intentan decirnos el crecimiento de 2012 (algo relativamente sencillo ya que están casi los datos oficiales publicados), el del año 2013 (que es el dato más interesante) y el del año 2014 (para demostrar que saben hacer de brujos).
¿Qué interés tienen estas previsiones cuando históricamente no han dado ni una? Y es que hay dos elementos que hay que remarcar:
Primero, que las previsiones de la economía, por ser esta una ciencia social que trata la evolución de un sistema consciente de si mismo, no están exentas de impactar a la propia economía. Así, se pueden utilizar las previsiones también como arma política, para intentar contextualizar o justificar ciertas políticas económicas (que se realicen para evitar dicha previsión). Así, si te dicen que si vas por el camino de la derecha morirás irremediablemente, probablemente te irás por la izquierda, sea cierto o no.
Segundo, las previsiones son, inherentemente falsas, ya que estamos en un mundo de complejidad e incertidumbre que no nos permiten saber realmente qué va a pasar en un grado de confianza tal como para poder dar una cifra económica. La economía habla de tendencias, y ajustar el hilo y los decimales para las predicciones puede resultar hasta risible.
Soothsayers and mainstream economists do forecasts; serious economists do not
Adivinos y economistas mainstream hacen predicciones. Los economistas serios no.
Se puede hacer un ejercicio interesante. Cogemos las previsiones que se han ido haciendo por parte de la Comisión Europea y se comparan con el dato real. Para cada año tendremos la previsión realizada en el mismo año y en los dos anteriores. ¿Qué sale?
He cogido los datos de Alemania, Francia, Italia, España, Portugal y Grecia.
En primer lugar, he hecho la diferencia de cada previsión con el dato real, y luego he sacado el promedio de cada año. De esta forma, en promedio (aunque con grandes disparidades) en los años 2007-2012, tenemos que la previsión del crecimiento del año en el que se hace la previsión ha sido un 0,33% superior.
La previsión de crecimiento del año siguiente tenía un sesgo positivo de un 1,32%.
La previsión de crecimiento hecha dos años atrás tiene un sesgo positivo de 2,23%.
Es decir, supongamos que estamos en el año X y se creció un 1%. De media, en el año X (antes de que acabara) se había previsto un crecimiento del 1,33%, en el año X-1 un crecimiento del 2,32% y en el año X-2 un crecimiento de 3,23%.
¿Qué significa esto?
En primer lugar, una obviedad. Conforme más te acercas al año sobre el que estas intentando predecir, más acertada es la previsión. La diferencia entre el dato real y el que habían predicho es enorme a dos años vista. Lo cual hace que dar, hoy por hoy, una cifra de crecimiento de 2014 es una soberana estupidez.
La segunda conclusión, es que el sesgo ha sido marcadamente positivo. Es decir, hemos estado viendo como continuamente nos hacían creer que creceríamos más de lo que realmente hemos crecido. Siempre dando por sentado que sus políticas iban a mejorar la situación cuando realmente todo seguía empeorando.
Si hacemos lo mismo por países, España es la que está más en la media. Así, tendríamos que restar un puntito más a la predicción para eliminar el sesgo promedio de la CE.
¿Qué país es con el que menos ha acertado la Comisión Europea?
Obvio, Grecia. Con un sesgo positivo de hasta 5 puntos a dos años vista. Nos han estado vendiendo el cuento de que Grecia y el sur de Europa ya salía de la crisis desde que esta empezó. Reforma tras reforma nos dicen que la luz al final del túnel se ve cada vez más clara, pero la realidad siempre nos devuelve la ostia.
Lo que está claro es que la gente debería dejar de tomarse en serio estas previsiones, sobre todo porque dañan la imagen de los economistas. La gente luego va diciendo por ahí que hacemos mal nuestro trabajo al predecir, pero la realidad es que la incertidumbre nos impide desde un principio acertar claramente con los resultados. Hoy se publican los datos de crecimiento de España del cuarto trimestre 2012. Estad atentos al análisis que, espero, publicaré en breve. Miguel Puente Ajovín - Caótica Economía