Ayer hice un pequeño apunte sobre la evolución de nuestras exportaciones, un pequeño gráfico con el único objetivo de mostrar que un crecimiento del 3,8% de nuestras exportaciones no es, ni mucho menos, algo de lo que alegrarse. Hoy quiero mostrar algo más profundamente los datos sobre las exportaciones de nuestra economía, tanto en un sentido sectorial como geográfico. Dejando de lado las importaciones, que espero poder atender en algún otro artículo.
El motivo de la caída en el ritmo de avance de nuestras exportaciones, que han pasado de crecer un 15,44% a un 3,8%, se debe, sobre todo, a la caída en la demanda de los países que nos rodean. Ya a mediados de 2011 veníamos avisando de que estrategias de conjunto europeo con el único fin de reducir la demanda de los países (con el objetivo de reducir sus importaciones para aumentar el saldo exterior y poder dejar de endeudarse) solo podía llevar a un debilitamiento del sector exterior de cada país, pues lo que uno exporta no es más que lo que otro importa.
Podemos ver como durante los años de la crisis, la relación entre el crecimiento de nuestras exportaciones y la evolución del crecimiento Europeo es casi exacta:
No quiero entrar en debates abstractos y obtusos. Así que dejaré un par de cosas claras desde el principio. La gran parte de nuestro problema está en una estructura productiva claramente negativa y no apta para un sector exterior necesario en un mundo cada vez más globalizado. Reformas para mejorar nuestro nivel productivo (tanto en calidad como en forma) deben hacerse de forma gradual y pensando en el medio y largo plazo. Pero mejorar nuestra competitividad no puede pasar únicamente por destrozar el nivel de renta de las familias para que no pueden demandar y que esto fuerce a las empresas a salir al mercado exterior si no quieren morir de inanición mientras se rebajan los costes salariales, que son solo una parte (y no la más grande) de los costes empresariales.
En segundo lugar, los datos no son una reprimenda al sector productivo privado, inclusive tampoco directamente al gobierno (sí lo es por inacción). Que nuestro ritmo de crecimiento disminuya es, por desgracia, culpa del debilitamiento autoinflingido de la demanda europea.
Exportaciones por sectores
Podemos descomponer nuestras exportaciones entre los bienes de consumo, capital (aquellos que se utilizan para la producción de otros bienes), e intermedios, aquellos que deben ser transformados para convertirse en bienes de consumo o capital.
Las exportaciones de bienes de consumo, que a largo plazo han ido perdiendo peso frente a los bienes intermedios, aumentaron en 2012 un 2,88%, menos que el total, sin embargo reflejan cierta mejoría en la evolución de la serie. Ayudada, sobre todo, por el avance del 11,26% de los alimentos que son el 45% de nuestras exportaciones de consumo. Aproximadamente el 12% de todas nuestras exportaciones se basan en el sector de la alimentación (muy estacional). El resto de bienes de consumo cayeron un 1,8%, aunque también mejora la tasa.
Importante es destacar la categoría de automóviles. En 2012 cayo un 10,78%, pero se puede ver en el gráfico como parece haberse tocado fondo, lo cual nos hace pensar que 2013 será un año más benigno, por lo menos para este sector.
El problema es que es un sector que ha pasado de representar el 15% del total de nuestras exportaciones al 8%. Aunque lo más previsible es que para 2013 haya vuelto a aumentar un poco la cuota.
Las exportaciones de bienes de capital cayeron un 0,17%. En 2012 exportamos menos bienes de capital que en 2011. Esta pequeña caída se ostenta con la caída del 15,23% de nuestras exportaciones de transporte, que han pasado de representar un 50% de las exportaciones de capital a un 30%. Este sector representan los bienes de transporte (camiones, aviones…) que sirven para el proceso productivo (transporte, como su propio nombre indica) y no consumo particular (automóviles).
Maquinaria, que representa el 60% de las exportaciones de capital han aumentado un 9,77%. Si bien la evolución también parece reflejar un cierto debilitamiento en el ritmo exportador. El resto de bienes de capital no representan ni el 10%.
Las exportaciones de bienes intermedios aumentan un 4,91%. Esta rúbrica representa casi el 60% de nuestras exportaciones totales, y, dentro de la misma, las exportaciones de bienes industriales intermedios casi en torno al 90%.
Estas crecieron en 2012 un 4,8%, Pero es visible la paulatina reducción en el ritmo de un sector que venía de tasas superiores al 20%.
En resumen, el sector del transporte, tanto para consumo privado como productivo, ha tenido una evolución muy negativa, con tasas de decrecimiento superiores al 10%. El ritmo exportador de los bienes intermedios ha caído como consecuencia del deterioro en la producción (que necesita bienes intermedios) del contexto europeo aunque de momento sigue siendo positivo (y para 2013 se estancara probablemente). Si Europa vuelve a meterse a una situación parecida a la de comienzos del año pasado, el resultado seguirá siendo cada vez peor. Aunque un servidor no cree en el apocalipsis, son en un estancamiento a medio plazo con cierta volatilidad (como estamos viendo en la así llamada crisis en W).
Exportaciones por países
Exportaciones por países
Seis países ocupan el 50% de nuestras exportaciones. En el siguiente gráfico podéis ver las cuotas de cada uno:
Con las exportaciones a Francia cayendo un 6% o a Italia un 3%. El ritmo exportador solo parece mejorar en Portugal y Alemania, la rúbrica más estable, a la que hemos exportado un 6% más.
Las exportaciones a los países de la Unión Europea son en torno al 63% y en 2012 les vendimos un 1,26% menos. Diciembre ha sido un mes excepcionalmente bueno (con un crecimiento superior al 3%), lo cual ha mejorado considerablemente la media. Veremos si es una mejora sostenible.
El resto de nuestras exportaciones recaen en países como África, donde aumentan poco más de un 30%, lo cual es bastante. El mundo es muy grande y podemos (y debemos) reforzar nuestras posiciones exteriores, como en América Latina, país donde, teóricamente, deberíamos explayar mucho más los contactos comerciales (aunque la desconfianza que surge tras cada expropiación hace difícil establecer lazos comerciales).
Conclusión
He querido dar una pequeña muestra de la evolución de las exportaciones en un sentido sectorial y geográfico. Buscar causas y consecuencias puede hacerse desde un prisma básico (caída en el crecimiento de nuestros vecinos, es decir, una caída promovida por la evolución de la demanda), y dejaremos que sean los econometras quienes estudien más profusa y profundamente todos los mecanismos de transmisión (tipo de cambio, diferencial de inflación, evolución de rentas, elasticidades sectoriales…).
2013 no será un año peor. Difícilmente puede serlo y los indicadores parecen indicar haber tocado fondo. Pero como sabemos, la recuperación de los datos puede truncarse rápidamente (en 2010 ya empezamos a ver brotes verdes y en 2011 crecimos, sin embargo aquí seguimos). Y los conceptos fundamentales, como son la estructura productiva, el patrón de comercio, la modernización de nuestro sector privado y el no deterioro de nuestra demanda interna, siguen sin arreglarse.
Esperemos que Rajoy presente algo de peso hoy.
PD: Los datos mostrados corresponden e la evolución de la balanza comercial (falta la de servicios) en términos corrientes. SI descontamos el efecto d ela inflación para ver la evolución de nuestras exportaciones reales, el panorama es aun peor:
Aumentan solo un 1,74%, y tanto las rúbricas de consumo como de capital caen un 2,69% y un 6,57% respectivamente. Vendemos menos, pero como han subido los precios, lo que ingresamos por nuestras exportaciones no ha caído tanto.