Muchas huelgas y manifestaciones y para nada, insistía.
Yo le plantee directamente la inseguridad actual en todos los ámbitos, incluso el desasosiego entre los que mandan al no ser capaces de saber hasta donde se puede estirar la cuerda de la sociedad sin que se rompa. Y le hablé cuando así me lo preguntó por los siguientes estados posibles si las quejas aumentan.
Los ejemplos de Egipto, Siria o incluso y como mal menor los populismos de Venezuela o Italia o el auge del fascismo político podrían ser el siguiente paso si la cuerda se tensa en exceso.
Su respuesta fue sorprendente.
Aquello tampoco, no, no, pensar en Egipto o en Siria le parecía una barbaridad. A mi también me lo parece, claro. Pero estoy seguro de que nadie sabe lo que representan estos ejemplos y lo que supone tensar la cuerda más de lo que ésta es capaz de aguantar.
No hay caminos intermedios entre huelgas y manifestaciones como las actuales. Y subir un peldaño más para conseguir lo que se solicita es algo más que subir un palmo de altura. Este paso de más lo saben manejar muy bien todos los actores. Los que tenemos que actuar ante los abusos y los que tensan la cuerda más de lo debido.
Bajar los sueldos o los derechos un 12% es posible, lo está aguantando bien la sociedad.
Bajar los sueldos o los derechos un 35% rompería la cuerda.
¿En qué punto entre el 12 y el 35 NO se rompería? Eso es lo que se pregunta el PP sin saber (menos mal) tener una respuesta clara.